Ocio - Mentiras universales que…

NO nos tragamos

Hola!!! Hoy os voy a hablar de algunas mentiras universales q no nos tragamos pero aún así sabiendo que el otro no se lo va a creer la hacemos

Estas son mentiras piadosas, para salir del paso, algo más crueles, excusas tontas... ¡Todas valen pero ninguna convence!

 ALGUNAS DE ELLAS SON:

“Sigue todo recto y la primera a la derecha”

 

¡Falso! No dudamos de la buena intención de los amables transeúntes a los que preguntamos por una dirección en un momento de absoluta pérdida (o sí...), pero lo cierto es que esta indicación jamás se cumple. Si no sabes dónde está el veterinario, el hostal o el restaurante, dilo ¡y punto!

¡Tenemos que quedar un día!

 

¿Quién no se ha encontrado alguna vez a un viejo conocido por la calle y ha dicho exactamente esta frase? Sabes que no quieres, que no sucederá y que probablemente la persona en cuestión también tenga pocas intenciones de que ocurra, pero parece que ganas un mundo con una proposición de esta clase...

En breve atenderemos su llamada...

 

Sí... ¡Ja! Si escuchas esto, estás perdido, y más te vale no estar colgado de un teléfono móvil, porque la factura resultante de esta 'corta' espera puede obligarte a empeñar un riñón.

No eres tú, soy yo...

 

¿Lo has escuchado en alguna ocasión? ¿Qué pasó después? Te dejó, ¿verdad? No volviste a saber nada de ella... Claro, porque nunca eres tú, siempre es: 1. la presión, 2. el trabajo, 3. el miedo al compromiso (o esta quizás sea una frase tuya...), 4. sus padres, 5. ha tenido un mal día... En fin, siempre te quedará el consuelo de saber eso, 'que no has sido tú'.

¡El lunes empiezo el régimen!

 

El lunes... ¿pero de qué semana? ¿algún mes en concreto? ¡Mejor dejarlo para el año que viene! Esta mentira, con letras mayúsculas, te la dices a ti mismo, sin reparos, sin miramientos... Aunque sabes tan bien como nadie, en tu fuero interno, que la dieta no está hecha para ti.

Es la primera vez que me pasa...

La primera vez que se te engancha la corbata en la trituradora de papel, seguro. Pero la primera vez que la lias parda delante de la gente, lo dudamos mucho... Bueno, es comprensible, esto sale solo, como un resorte en tu interior, un grito de auxilio que quiere decir algo así como: 'No soy estúpido, ¡ha sido un accidente!'.

Sí, sí, ¡te estaba escuchando!

 

'Me comentabas algo sobre el partido del fin de semana, ¿no?'. Le interesa mucho, está claro, sabe a qué hora comienza el partido, que vas con tus compañeros de trabajo, que no podrás acompañarla a casa de su hermana... Déjalo, no sigas hablando, no tiene remedio, y el sábado, casi con total seguridad, comerás en casa de tu cuñada y pasarás la 

¡Pues claro que no es solo sexo!

Pocos comentarios se pueden hacer al respecto. Ella parece feliz, te mira con ojos llenos de amor, y esto ya es suficiente para justificarte a ti mismo la trola tan enorme que supone tu comentario.

Enseguida bajo

 

Una leyenda urbana como cualquier otra. Se dice que una vez, una mujer que se estaba preparando, bajó enseguida. Si conoces a alguna que repita la hazaña, te agradeceríamos que lo compartieras con nosotros.

Llego en 5 minutos

¡Con mucha suerte! Te deseamos que no pilles un atasco, que no te pierdas por el camino, que tardes poco en encontrar aparcamiento y que, para cuando llegues, ella no se haya ido del restaurante bien saciada y sin pagar la cuenta.

¡Ay! ¡Hola! ¡No te había visto!

Típico momento que absolutamente todos solemos evitar. Si se da el caso de que vuestras miradas se cruzan, ya no habrá marcha atrás: prepara tu retahíla de mentiras y empieza con esta misma, que seguro que no lo nota.